Historia
No se trata de una práctica moderna, sino que se ha dado en todas las épocas y en todos los continentes desde la Antigüedad. Hoy en día, uno de cada dos matrimonios confiesa haber probado la penetración por detrás. A algunos les gusta y a otros no. Según el informe del conocido sexólogo Kinsey, una de cada dos mujeres se declara partidaria de la penetración anal.
Numerosas parejas practican el sexo anal como "método anticonceptivo" (es también una alternativa en el caso de reglas prolongadas o abundantes). Sin embargo, existen riesgos de embarazo : el esperma que sale del ano puede deslizarse hacia la vagina… y algunos espermatozoides son duros de pelar.
¿Práctica tabú?
Algunos ven en él un acto perverso y contra natura. Las autoridades religiosas o laicas lo han condenado con frecuencia. Determinadas religiones consideran el coito únicamente como un medio de reproducción, por lo que condenan también el sexo anal. En algunos paises, se considera un "crimen contra natura" y "prohibido", incluso para los matrimonios. Históricamente, el objetivo de estas leyes era perseguir a la comunidad gay (en donde, por supuesto, la penetración por detrás está muy extendida).
Sin embargo, el sexo anal, como cualquier otra forma de sexualidad voluntaria, es o debería ser una elección personal: la pareja es quien decide lo que es o no aceptable.
¿Qué gusto se le puede encontrar al sexo anal?
Además de una sensación física muy placentera, diversos factores psicológicos entran en consideración. El sexo anal es una práctica diferente, que hay que descubrir: la novedad suele ser excitante. Por otra parte, se tiene la impresión embriagadora de vivir una sexualidad más "intensa". La excitación puede provenir también del placer de infringir la ley. Por último, el sexo anal aumenta el sentimiento de dominación para la mujer y de virilidad para el hombre, razón por la que muchos practicamos este tipo de sexualidad.