El Salvador C.A ®, cuando una mujer tiene un orgasmo su vagina se contrae osea se "cierra y se abre"... Casi todas las mujeres mezclan distintos tipos de estimulación, dependiendo del día, de la hora y de las ganas. Pueden tener un orgasmo rápido o una sesión larga y muy excitante que tenga como consecuencia varios orgasmos encadenados.
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Antes de discutir hay que dialogar
![]() La comunicación siempre es esencial en la pareja, si tu viviste el último verano de forma negativa, es el momento de sentarnos a establecer unos límites para que NO vuelva a ocurrir. Cada uno de los dos debe bajar el muro y ceder un poco a las demandas de su pareja. Es importante saber ESCUCHAR y ponerse en el lugar del OTRO. Hacer una lista con las demandas de cada uno e ir negociando qué es lo que estamos dispuestos a hacer por el otro y hasta que punto se pueden cambiar ciertas cosas. Cada miembro de la pareja debe comprometerse con los cambios que le competan y ser gratificado por ellos de tal manera que pueda disfrutar de pequeños momentos de sabiduria para él y sus caprichos. Cosas que se han tenido que suprimir porque molestaban a la pareja pueden utilizarse como pequeños refuerzos cuando realmente se hace un esfuerzo por cambiar. Realmente no es necesario estar juntos las 24 horas del día y podremos organizar actividades por separado en el lugar de vacaciones para que los dos tengamos un desahogo y podamos disfrutar también de nuestros pasatiempos (hobies) y caprichos cuando éstos no son compartidos por la pareja. Discutir e intentar imponer nuestro punto de vista solo servirá para generar un mal ambiente, tensiones que pueden hacer que nuestras vacaciones se conviertan en un estímulo negativo que se condicione para otros años. Tenemos que hacer lo posible para que nuestras vacaciones sean ideales y para que todos disfrutemos. Discusiones
El día que Amelia Benítez acudió por primera vez al juzgado para iniciar su proceso de divorcio, el juez le pidió que sintetizara las razones por las que se quería separar, luego de 10 años de matrimonio. Ella frunció el ceño y con un hilo de voz recitó: "No es que no lo ame pero en los últimos años lo único que supimos hacer fue discutir". "Pero, ¿y de qué discutían tanto?", le preguntó el juez. Amelia respondió casi sin pensarlo: "Absolutamente por todo: por la comida, por los chicos, porque no guardaba su ropa, porque no le gustaba ir al shopping (supermercado), porque nunca me decía si me veía linda, porque no le gustaba cómo hacía los Filetes….en fin, por todo". No hace falta acudir a un especialista en parejas para darse cuenta de que las discusiones desgastan la pareja. Si existiera un sensor o una alarma que nos advirtiera cuándo discutir y cuándo no, posiblemente hoy muchas parejas seguirían felizmente casadas. Pero como, todavía, esto no existe, les preguntamos a los terapistas de pareja, la pregunta del millón: ¿cuándo vale la pena discutir y cuándo no? Todo sea por la salud
"Muchas parejas piensan demasiado en "lo" que se discute y no en "cómo" lo hacen. La "salud" de las relaciones de pareja tiene más que ver con el "cómo". En general, las parejas "enfermas" tienen discusiones cargadas de juicios, ataques, achaques de culpas, mientras que las relaciones "sanas" se caracterizan por tener discusiones donde ambos se escuchan para comprender al otro y, así, conocer más a la otra persona” Si las discusiones equivalen a pegar alaridos y gritar insultos, por supuesto que la relación no tendrá buen pronóstico. Sobre todo si los motivos por los que se discute son intrascendentes. Algunas personas, entran tan rápido en cólera que cuando quieren recordar el motivo por el que están discutiendo, no pueden hacerlo. Las discusiones "saludables" se caracterizan por: • Una identificación del asunto. • Una completa ventilación de todos los pensamientos y sentimientos sobre el tema de cada persona. • Una resolución del asunto • que conduce a ambos a hacer un nuevo planteo o un cambio en la conducta. Con respecto a las discusiones, "no saludables", sus principales características son: • Argumentos "particulares" que, dan vueltas y vueltas sin llegar a nada. • Movimiento en espiral descendiente, cuando las cosas se ponen de mal en peor, con una comunicación que cada vez tiene menos sentido. • Movimiento en espiral ascendiente, cuando las cosas se ponen de mal en peor, pero la intensidad del conflicto se incrementa, y llega a niveles tan intensos que parecería que algo está a punto de estallar. "Qué callar y qué no"
Sería más fácil decir directamente que lo mejor es no discutir nunca. Pero el secreto no pasa por ahí: "Una pareja nunca debería minimizar sus diferencias. Más bien, las parejas deberían apreciar sus diferencias y usarlas como una ventaja. Ellos son potencialmente más fuertes gracias a sus diferencias. Es probable que al principio se hayan sentido atraídos, el uno por el otro, debido a sus similitudes, pero eso es algo "Uni-dimensional" y aburrido. Las diferencias son excitantes incluso cuando a veces es difícil lidiar con ellas en el día a día", expresó una de las personas interrogadas. EL SALVADOR. C.A Aunque a veces los impulsos no nos permiten pensar con claridad, lo ideal sería, antes de iniciar una discusión, preguntarte: ¿Vale la pena discutir por esto? En otras palabras, ¿vale la pena sacrificar la paz y la calma que reina ahora entre nosotros por este asunto? Si el tema es insignificante, seguramente te convendrá seguir en paz y evitar la discusión; si, en cambio, el asunto es algo realmente importante para la salud de la pareja o la familia, entonces, detente a pensar "cómo" podrás hacer para explicarle tu desacuerdo sin herirlo ni ofenderlo. Situaciones por las que, en general, no vale la pena discutir: • Si se puso una ropa que no te gusta: en todo caso, dile que te gusta mucho más cómo le quedan otras prendas. • Si te regaló exactamente lo mismo que en tu cumpleaños anterior: ríete y díselo, tal vez no se había dado cuenta. Luego, por supuesto, ve a cambiar el regalo… • Si te dijo "chuchi" adelante de tus amigos: más vale, susúrrale en el oído que prefieres que te lo diga en la intimidad. • Si se le quemó la comida: ríete y deja que lo solucione de alguna manera. • Si se compró algo para ella o él, porque quería darse un gustito: felicítalo, quién no necesita un "premio al esfuerzo" de vez en cuando. • Si le gusta llamar a su madre todos los días: si te molesta escuchar cómo contesta una a una todas las preguntas que le hace "la bruja", enciérrate en otra habitación y sube el volumen de la música. • Si una vez por semana se junta con su grupo de amigos: sigue su ejemplo y hazlo tú también. Es muy bueno que la pareja se "airee" de vez en cuando. Situaciones por las que, en general, vale la pena intercambiar opiniones: • Si cuando están en una reunión, te menosprecia o trata mal. • Si quiere seducir a alguien delante de ti. • Si no te gusta cómo trata a tus hijos. • Si no se compromete con su rol de madre o padre. • Si jamás te avisa cuando llegará tarde. • Si no vuelve a dormir. • Si te agrede cuando habla o está contigo. • Si es irresponsable con su trabajo y eres tú quien debe hacerse cargo siempre del mantenimiento de la casa. Estos son tan sólo algunos ejemplos. Obviamente la lista es infinita. El objetivo es que puedas darte cuenta de que hay motivos que son intrascendentes y no justifican una discusión, mientras que hay otros temas que ameritan una intervención de tu parte. Con calma y respeto, claro. Todo sea por la salud de tu pareja…¡y la tuya propia! |
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